Martes, 06 de Agosto de 2013 07:47
Diario de León/06/08/2013
El ex presidente y el ex
director general declararán como imputados por la compra de un edificio.
La Caja pagó por el inmueble 55,8 millones de euros. Un mes después dio
a Nozar un crédito de 35.
El Juzgado de
Instrucción Nº 52 de Madrid ha abierto una investigación para depurar
las posibles responsabilidades del ex presidente de Caja Duero, Julio
Fermoso, y del ex director general de la entidad, Lucas Hernández, en
dos operaciones por un total de 90 millones de euros con la constructora
Nozar que pudieron contribuir a deteriorar las cuentas de la sociedad
fusionada con Caja España en 2010.
La entidad salmantina compró a la
constructora Nozar en marzo de 2008 un edificio de oficinas en la calle
Titán Nº 8 de Madrid, en la zona de Méndez Álvaro próxima a la estación
sur de autobuses. Por este inmueble pagó a la familia Nozaleda 55,8
millones de euros, según consta en el informe anual de cuentas de Caja
Duero.
Según fuentes judiciales, la Caja que
dirigían Fermoso y Hernández asumió el precio que le impuso el vendedor
sin encargar una tasación propia del edificio, que la Caja ha encargado
ahora con las circunstancias del 2008 y que fija el coste de ese
edificio en 40 millones de euros y no los 55,8 millones que se pagó por
él. En definitiva, Caja Duero pudo haber pagado un sobrecoste de 15
millones de euros.
Situación de insolvencia
Nozar vivía en aquel marzo de 2008 una
situación de extrema insolvencia, que concluiría el 21 de noviembre de
ese mismo año en la declaración de concurso de acreedores, certificada
por la Audiencia de Madrid y ratificada por el Juzgado de lo Mercantil
Nº 2 de la capital. Su objetivo y sus intereses eran sanear
financieramente a toda costa su balance para evitar el concurso, algo
que no logró.
El pasivo superior a 4.000 millones de
euros le presionaba para deshacerse con rapidez de inmuebles y empresas.
Los 55,8 millones del edificio Titan sirvieron a Nozar para pagar una
tercera parte de sus deudas a Caja Duero, otro tanto al BBVA y el resto
para libre disposición de la constructora concursada.
El préstamo
Al mes siguiente de esta dudosa
operación, en el mes de abril de 2008, Caja Duero concedió un préstamo
de 34,5 millones de euros a Nozar, avalado con la garantía de las
participaciones de tres filiales del grupo constructor: Aguas de
Panticosa, Marcos Sotoserrano y Qualia Lácteas. Las cuentas de las tres
compañías revelan una situación de insolvencia y de pérdidas continuadas
con mucha antelación a la operación que desembocó en el concurso de
acreedores.
El impago del préstamo llevó a Caja
Duero hacerse con participaciones de las tres sociedades, cuyo deterioro
en los últimos años ha provocado que sus acciones tengan un valor muy
inferior al del crédito. De esta forma, se ha convertido en la
propietaria del 29,37% de Qualia Lácteos, un 50% de Marcos Sotoserrano
que bajaría después al 32,8% y un porcentaje indeterminado de Aguas de
Panticosa.
Banco Ceiss denunció hace unos meses
ambas operaciones en el Juzgado. Fruto de las diligencias previas, el ex
presidente de Caja Duero y el ex director general han sido llamados a
declarar como imputados el próximo 24 de septiembre. El auto, fechado el
pasado 2 de julio, ve indicios de que la actuación de Julio Fermoso y
Lucas Hernández en estas operaciones puedan constituir delitos de mala
fe y administración desleal o fraudulenta, tipificados en el Código
Penal.
Banco de España, en alerta
Las dos operaciones ruinosas para la
Caja llamaron la atención del Banco de España y de los auditores de
Oliver Wyman cuando estudiaron la contabilidad de las cajas para ver sus
necesidades de capital. El supervisor bancario habría puesto la lupa al
menos en éstas, lo que llevó a los actuales administradores del banco
Caja España de Inversiones, Salamanca y Soria (Ceiss) a encargar un
informes externo a un gabinete de abogados que recomendó presentar la
denuncia. El gabinete de abogados recomendó celeridad a los
administradores de Ceiss ante el temor de que los posibles delitos
prescribieran al pasar cinco años desde la ejecución de ambas
operaciones.
Julio Fermoso fue elegido presidente
ejecutivo de Caja Duero en septiembre de 2003 en sustitución de
Sebastián Battaner. En marzo de 2009 dejó las funciones ejecutivas en
manos del director general, Lucas Hernández. Desde entonces hasta la
fusión con Caja España ejerció de presidente representativo. A partir de
la integración se mantuvo como vocal del consejo.
Lucas Hernández fue director general de
Caja Duero desde enero de 2004 hasta la fusión con Caja España en
noviembre de 2010, momento en el que es elegido director general de la
entidad fusionada, cargó que ocupó hasta marzo de 2011 que presentó su
dimisión por discrepancias con Evaristo del Canto y la Junta en el
proceso de fusión con Unicaja.
Fuerte inmovilizado
Fermoso y Hernández impulsaron entre
2007 y 2008 un fuerte aumento del inmovilizado propio. El informe de
cuentas de Caja Duero del año en que se fraguaron las operaciones con
Nozar revela que «las altas más significativas producidas en el
inmovilizado durante el ejercicio 2008 ha sido la adquisición de un
edificio de oficinas en Méndez Álvaro, Madrid, con un coste de
adquisición de 55.817 miles de euros». Su balance constata el incremento
de esta partida contable, que pasó de 108,2 millones en 2007 a 165,2 en
2008. El juzgado deberá aclarar a partir de septiembre estás
operaciones dudosas y el quebranto que ha supuesto en el deterioro de
las cuentas de Ceiss.
El 21 de noviembre de 2008 Nozar entraba
en concurso de acreedores, según declaró la Audiencia de Madrid primero
y el Juzgado de lo Mercantil Nº 2 de la capital después. En ese momento
presentaba ya «un estado de insolvencia que no le permitía cumplir
regularmente sus obligaciones».